PROVERBIOS 10:4
La mano negligente empobrece; mas la mano de los diligentes enriquece.
La mano hace referencia al acto laborioso de una persona, se usa como
expresión de trabajo, de ocupación. Al que hacer. Pero en este caso se refiere
a “la mano negligente”, más específicamente a una persona.
El diccionario de la Real academia
Español define el adjetivo negligente a
una persona descuidada y falta de aplicación. Para entender este concepto que
parece un poco enredado y no muy práctico, colocaré el ejemplo de un arquero de
futbol.
Pensemos en este arquero (que no es
de la selección Colombia) del equipo A
, y a este, los jugadores del equipo B le lanzan muchos tiros a su marco, pero el arquero del equipo A no se
esfuerza por evitar a que el balón no entre
al marco. Esto es una persona descuidada, indiferente, con falta de aplicación
y hasta perezosa. y por su puesto que el
equipo A va a perder, va a llegar a la pobreza futbolera.

Podemos pensar en muchos
ejemplos de deportistas como el boxeador que en medio de una pelea no lanza golpes a
su adversario. El nadador el cual no estira sus brazos y palmotea el agua para
avanzar. Podemos pensar en un soldado de guerra, en la jugadora de tenis, de
voleibol etc. o relacionarlo con nuestra vida social, en la que nos
desenvolvemos Como estudiantes, como hijos, como empleados, como amas de casa,
padres de familia etc.
Pero cuan importante es relacionar
este versículo con nuestra vida espiritual. Y no es que quiera
espiritualizar el proverbio, pues hemos visto que esto se puede
aplicar para cada caso de nuestra vida ordinaria pero no olvidemos que nosotros hemos sido
llamados para trabajar en un reino que
no es de este mundo, es el reino de Dios que esta representado por ti y por mí.
¿Están nuestras vidas trabajando en
pos del reino?,¿Somos negligentes,
indiferentes a las cosas espirituales?
La Biblia al Día hace este comentario:
“Cada día tiene veinticuatro horas llenas de oportunidades para crecer,
servir y ser productivos. Es muy fácil desperdiciar el tiempo, permitiendo así
que la vida se nos escape de las manos. En vez de eso, niéguese a ser un
perezoso, utilizando las horas dedicadas a un trabajo productivo en dormir o
perder el tiempo. Vea el tiempo como un regalo de Dios y aproveche las oportunidades
para vivir con diligencia para El”
Recuerda que fuimos llamados para
servir a Dios, no seamos negligentes como aquel siervo que fue echado al fuego
por no producir para su señor. Si en nuestra vida cotidiana somos indiferentes
a nuestras labores nos estancaremos
y llegará la pobreza; así si mismo sucede
en nuestra vida cristiana.
¡SEAMOS PERSONAS DILIGENTES!
Hay muchos versículos en las santas
Escrituras que mencionan la palabra negligente y diligente y los que son
sinónimos de estas, por ejemplo perezoso. El libro de proverbios trata mucho
sobre este aspecto, pablo también habla del tema
en sus diferentes cartas.
Hay ciertas actividades cristianas
que son vitales en nuestra peregrinación
en la tierra como hijos de Dios. Estas deben ser ejercidas constantemente de lo contrario dejaríamos de producir
espiritualmente, llegara la tibieza espiritual y luego la muerte espiritual.
Romanos 12:11 En lo que requiere
diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
· Diligencia en prepararnos por medio de la palabra de
Dios
2Timoteo 2:15 Procura con
diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
· Diligencia en orar
1Ts 5:17 Orad sin cesar.
· Diligencia en
vivir en santidad
2Pe 3:14 Por lo cual, oh amados,
estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él
sin mancha e irreprensibles, en paz.
· Diligencia en predicar
2Ti 4:1 Te
encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a
los muertos en su manifestación y en su reino,
2Ti 4:2 que prediques la palabra;
que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda
paciencia y doctrina.

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