sábado, 4 de mayo de 2013

Negligencia, sinónimo de porbreza


PROVERBIOS 10:4
La mano negligente empobrece; mas la mano de los diligentes enriquece.
La mano hace referencia  al acto laborioso de una persona, se usa como expresión de trabajo, de ocupación. Al que hacer. Pero en este caso se refiere a “la mano negligente”, más específicamente a una persona.
El diccionario de la Real academia Español  define el adjetivo negligente a una persona descuidada y falta de aplicación. Para entender este concepto que parece un poco enredado y no muy práctico, colocaré el ejemplo de un arquero de futbol.
Pensemos en este arquero (que no es de la selección Colombia)  del  equipo A   , y a este, los jugadores del equipo B le lanzan muchos tiros a su  marco, pero el arquero del equipo A no se esfuerza por evitar  a que el balón no entre al marco. Esto es una persona descuidada, indiferente, con falta de aplicación y hasta perezosa.  y por su puesto que el equipo A va a perder, va a llegar a la pobreza futbolera.
Podemos pensar en muchos ejemplos  de deportistas  como el boxeador  que en medio de una pelea no lanza golpes a su adversario. El nadador el cual no estira sus brazos y palmotea el agua para avanzar. Podemos pensar en un soldado de guerra, en la jugadora de tenis, de voleibol etc. o relacionarlo con nuestra vida social, en la que nos desenvolvemos Como estudiantes, como hijos, como empleados, como amas de casa, padres de familia etc.
Pero cuan importante es relacionar este versículo con nuestra vida espiritual. Y no es que quiera espiritualizar  el  proverbio, pues hemos visto que esto se puede aplicar para cada caso de nuestra vida ordinaria  pero no olvidemos que nosotros hemos sido llamados para trabajar en un reino  que no es de este mundo, es el reino de Dios que esta representado por ti y por mí.
¿Están nuestras vidas trabajando en pos del reino?,¿Somos negligentes,  indiferentes a las cosas espirituales?
La Biblia al Día  hace este comentario:
Cada día tiene veinticuatro horas llenas de oportunidades para crecer, servir y ser productivos. Es muy fácil desperdiciar el tiempo, permitiendo así que la vida se nos escape de las manos. En vez de eso, niéguese a ser un perezoso, utilizando las horas dedicadas a un trabajo productivo en dormir o perder el tiempo. Vea el tiempo como un regalo de Dios y aproveche las oportunidades para vivir con diligencia para El”
Recuerda que fuimos llamados para servir a Dios, no seamos negligentes como aquel siervo que fue echado al fuego por no producir para su señor. Si en nuestra vida cotidiana somos indiferentes a nuestras labores  nos estancaremos y  llegará la pobreza; así si mismo sucede en nuestra vida cristiana.
 ¡SEAMOS PERSONAS DILIGENTES!

Hay muchos versículos en las santas Escrituras que mencionan la palabra negligente y diligente y los que son sinónimos de estas, por ejemplo perezoso. El libro de proverbios trata mucho sobre este aspecto,  pablo también  habla  del tema  en sus diferentes cartas.
Hay ciertas actividades cristianas que son  vitales en nuestra peregrinación en la tierra como hijos de Dios. Estas deben ser ejercidas constantemente  de lo contrario dejaríamos de producir espiritualmente, llegara la tibieza espiritual y luego la muerte espiritual.
Romanos 12:11  En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;

·       Diligencia en prepararnos por medio de la palabra de Dios
2Timoteo 2:15  Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
·       Diligencia en orar
1Ts 5:17  Orad sin cesar.

·       Diligencia  en vivir en santidad
2Pe 3:14  Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.

·       Diligencia en predicar
2Ti 4:1  Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,
2Ti 4:2  que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.

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